Unas cuantas cosas que quiero decir hoy al mundo.

Hoy en Dakar hacen veinte graditos; en Coruña he visto nevar por tercera o cuarta vez en mi vida. Por supuesto no cuajó, pero he visto un grajo darse de morros con un bordillo, y mi estufita no da más de sí. Hoy echo de menos el calor de Dakar. A los amigos de allá los echo de menos cada día.

Sigo leyendo Entre Dieu et Satan, pero intercalo con uno de Terry Prattchet para no pasarme de seriedad. Se titula El país del fin del mundo, y es el noveno de la serie de Mundodisco. Muy serio no es, pero he aquí una gran cita:

"Cuando lleves tanto tiempo siendo mago como yo, muchacho, comprobarás que
si descubres algo que ofrece posibilidades asombrosas para la mejora de la
condición humana, lo más aconsejable es echarle tierra encima y fingir que nunca
ha ocurrido."

Es un crack, este Prattchet. También describe a un personaje que me recuerda mucho a alguien, pero no puedo decir a quién:

"Como es habitual en las personas incapaces de hacer las cosas bien, [...] se
sentía muy orgulloso de lo bien que sabia hacer las cosas"

"... su horrible costumbre [...] de entender deliberadamente mal las cosas".

¿Os acordais de mis problemas de espalda? Llevo algo menos de un mes recibiendo acumpuntura y no me creo lo bien que me encuentro. Ayer me dijo el tío que después de esta semana ya espaciaríamos más las sesiones para darme el alta en breve. Me cuesta una pasta, pero alguien tiene que seguir gastando en este país para que no se acabe de hundir. Además creo que es el dinero mejor empleado de mi vida... después del proyector :-) Cuando me dé el alta definitiva, para seguir levantando el país, empezaré en natación terapéutica, insha'allah, y quizás Pilates, ya veremos.

Iván tiene razón, se nota la crisis en los faros de los coches. Fijaos y os darés cuenta de que hay muchísimos que van con el ojo guiñado. También se nota para aparcar, tengo la impresión, para mí que mucha gente que metía el coche en parking ha dejado de hacerlo, últimamente a la hora de comer estoy flipando, veo coches tirados en sitios inverosímiles.

Mientras escribo esto, una bestia parda mordisquea mis zapatillas sin tregua. En otra entrega os hablaré de él.